Navalperal de Tormes - Cabeza Nevada o Cervunal o CA2

   

Paseos de un aprendiz de montañero

07/04/2011

 

 

MAPA CON RECORRIDO

TRACK

 

 

25 kms., sin contar los despistes, de marcha más o menos circular. 1.515 m. de desnivel acumulado y cerca de 13 horas con tiempo suficiente para tomar fotos y disfrutar de unas vista sin igual. El tiempo de ascenso seguramente se puede disminuir en cerca de dos horas si no se es lo suficientemente patoso para meterse por piornales y después gozar con nieve blandita.

 

Ocho meses sin pasar por Gredos es mucho tiempo, pero últimamente la salud no ha ayudado demasiado. La Leptospirosis me dejó hecho un asco, además de las chapuzas más o menos habituales. Si a lo anterior le sumamos los dos meses que llevaba trabajando sin descansar un fin de semana como "Dios manda" pues nada, que desesperado me cogí dos días y como un señor me presenté la noche del seis de abril en el Hostal Galayos de Hoyos del Espino.
A las siete y media del día siete, dejaba atrás Navalperal y después de rodear sigilosamente el corral de cabras para intentar despistar al mastín XXXL, el maldito "perro cojonero" da la alarma y dos pastores alemanes salen tras mi. El cabr...ero ha aumentado la plantilla... ¡lo que faltaba!
Con el corazón un poco recuperado continúo la conocida pista que en una curva a la derecha se abandona para continuar recto por cómodo camino hasta dar con el puente de hormigón que cruza la Garganta del Pinar.
El Cabeza Nevada aparece entre la neblina provocada por el polvo en suspensión del viento africano que estos días está barriendo nuestra geografía y achicharrándonos con temperaturas veraniegas.
Nada más cruzar la garganta aparece el desvío con los carteles que indican, por el lado izquierdo la subida a la Laguna Grande y por el derecho a Cinco Lagunas. Pues ni por uno ni por otro; por el centro aparece una senda que coge la Cuerda del Cervunal y que cómodamente va cogiendo altura.
La senda discurre plácidamente y rodea por la izquierda el Cerro de Las Peñas. Al fondo se muestra el premio.
Detrás va quedando el valle con una bonita vista de La Garganta de Gredos
En dos horas de suave ascensión llego a los Prados de La Vega, donde las vistas se hacen impresionantes. Por la derecha las cumbres del Circo de Cinco Lagunas...
... y por la izquierda las del Circo de Gredos
La vista es colosal y los ánimos ultrajados por los canes se vienen arriba rápidamente.
Entre los dos circos la silueta del Cervunal se levanta grandiosa. A su derecha El Novillero.
Un grupo de imponentes machos me sale al paso. No me explico porqué los animales "salvajes" no me inspiran el más mínimo temor y a la vista de un Chihuahua de veinte centímetros el corazón se me dispara.
El Arroyo del Cervunal baja hacia la izquierda para sumar sus aguas a las de la Garganta de Gredos.
Sé que me repito, lo siento pero es precioso.
Los prados del Cervunal todavía aparecen amarillentos.
Otro grupo de Hispánicas retrocede ante la superioridad de mi raza.
Busco la Laguna del Cervunal y me doy cuenta de que no está en el prado sino que hay que superar una rocas a la derecha. Está mona pero no es nada del otro mundo...
Después me acerco a ver el Chozo del Cervunal y compruebo que se encuentra en muy buen estado. Que pena que en mi querido Guadarrama no hayan apenas construcciones como estas. "Señá" Esperanza, tome nota...
Durante mi acercamiento he estado valorando por donde subir. En vez de hacer como cualquier montañero inteligente y buscar o preguntar en el foro de http://www.sistemacentral.net/ me fío de una senda que aparece en el mapa de Alpina y tiro hacia la izquierda, hacia La Hoya. No es que no exista la senda pero ni pone que suba hacia la cumbre ni lo hace. Ahora, habiendo tontos que se imaginen lo que no existe...
Este error lo pagué con creces pues me metí de lleno en un piornal de padre y muy señor mío, dando, más de una vez, con mis morros contra el matorral. Algún día dejaré de ser un montañero del "todo a cien"...
Mi esperanza está en llegar a la nieve que, iluso de mi, presiento bien transformada y resistente. Después de un trozo mixto piorno/nieve blanda, salgo de la selva con la pretensión de ponerme pronto los crampones.
El tórrido aire africano no es lo más adecuado para propiciar una nieve en condiciones pero las vistas me recompensan casi todo. Por detrás quedan los Prados y Laguna del Cervunal.
En algún momento doy con escasas zonas de placas cubiertas de nieve de forma que como un colegial con cartera nueva me calzo los pinchos.
A cada paso las vistas se vuelven más grandiosas
Esta espectacular vista de Almanzor, Cuchillar de Ballesteros y Galana me recompensan de las decenas de horas trabajadas los pasados fines de semana.
El Güetre, Portilla de Cinco Lagunas y Picurucho
Algunas cornisas amenazan desprendimientos
No hay desperdicio...
Más avalanchas

Y finalmente, a casi seis horas del comienzo llego a la cumbre que, por cierto, aparece a unos cuantos metros de donde teóricamente la emplazan los mapas.

Quienes me conocen saben que no me destaco por la velocidad en mis paseos pero los piornos y la nieve en mal estado me han podido añadir cerca de dos horas a un tiempo "normal" de subida.

Unas banderas de oración tibetanas ¿adornan? el lugar.

Le pido a mi inseparable compañero, Mr. Timer" que me haga la foto de cumbre.

2.426m. y 16º de temperatura. Algo va mal ¿tendrá también la culpa Zapatero?

Reconozco la cumbre de Ameal de Pablo. Mi agradecimiento y recuerdo a Jorge del Elola.

Cinco Lagunas y a la derecha la Hoya de las Berzas

Las lagunas comienzan a clarear

Con el calor que hace...

Por la cresta, muy divertida, me acerco a la Portilla del del Pluviómetro, barajando la posibilidad de bajar a Cinco Lagunas, pero vista la pendiente, soledad y falta de valor, no me atrevo a bajar por allí. Además ya he perdido mucho tiempo.

Vuelvo a la cumbre que me asombra por la gran población de mariquitas. Menos mal que no muerden.

Para el descenso decido seguir las huellas de alguien más cabal que hizo el recorrido por la Hoya Nevada.

En algún momento el dicho de "me llegaba la nieve a los co..nes" se hace literal.

Plácidamente vuelvo a los prados con el alivio de no haber tenido que volver a practicar el "piorning".

Después decido girar a la izquierda y coger la senda que abruptamente baja hasta la Garganta del Pinar a la altura del Chozo de La Barranca.

No me habría importado hacer noche allí pero la expectativa de cerveza fría, ducha y cena caliente en el hostal,  me animan a seguir.

Después, la monotonía del descenso con las únicas salvedades de que casi llegando a la confluencia de las gargantas eché en falta el Spot y tuve que retroceder dos kilómetros a por él. Después, un gran rodeo  a los perros guarda-cabras que no fue suficiente para pasar totalmente desapercibido con subida de ritmo cardíaco y riesgo de infarto.