Paseos de unos aprendices de montañero

Agosto 2018 - Castillo de Acher desde Oza

Por fin llegaron las vacaciones. ¡Nada menos que una semana!. Lector, si estás a tiempo, oposita...

Bueno, casualmente Jorge coincide con nosotros en el Valle de Hecho (o de Echo o como os parezca bien) y decidimos subir al Castillo de Acher por la chimenea Ledormeur, ruta esta que hemos visto descrita en Wikiloc (Pelopin) con bastante detalle y parece tener una dificultad propia para estos aprendices.

Tempranito para lo que es nuestra costumbre mi compañero pasa a buscarme por el camping.

En la imagen inferior el susodicho sujeto como debería pasar el resto de su vida, es decir, tras las rejas.

Dejamos el SUV aparcado junto al camping de Selva de Oza, donde ya se puede ver la silueta de nuestro destino del día
Los bosques son increíbles en esta zona.
Y hablando de bosques, enseguida nos internamos en él. Por delante, abriendo huella, el gran Jorge IV.
Desde el bosque nos asombramos con las Agujas de Ansabere
 
 
Detrás nuestro queda el sector de Peña Forca y Lenito.
Por la izquierda comienza la fortaleza.
Como dos gráciles gacelas vamos tomando altura y, al poco, salimos del bosque. Los extensos prados que se abren ante nosotros se encuentran bastante pachuchos dado que hace meses que no llueve por aquí.
De nuevo Peña Forca
En un momento determinado abandonamos el camino normal de acceso al Castillo y comenzamos a rodearlo en dirección Este, donde se encuentra la chimenea.
Al sur tenemos el Codero d'Acher
Según la descripción de nuestro guía virtual debemos fijarnos el el gendarme que aparece al pié de los farallones. Llegados a este punto, debo discrepar de llamar "gendarme" a este tipo de formación rocosa teniendo en nuestro castellano palabras como "guardia civil", "benemérito" o incluso "picoleto".
Lo cierto es que siguiendo el track nos metemos de lleno en un tremendo pedregal, al principio incómodo, pero en un momento determinado, agobiante al estar formado por pequeñas piedrecitas que no ofrecen la más mínima sustentación.
Creo que este trozo debe evitarse siguiendo una senda que lo salva por la parte inferior, para después afrontar la subida directa por una zona herbosa, que habría sido mucho más amable.
Jorge consigue salir ileso (no te rías que no ha sido fácil salir del pedregal)
 
El Castillo, desde aquí, gana en bravura y parece la fortaleza inexpugnable que casi es.
 
El verde herboso contrasta con el rojo ferroso (hematita) de las rocas del lugar.
En un momento determinado nos fijamos en que se aprecia perfectamente a dos "amigos" nuestros: el Midi d'Ossau y el Balaitus.
Una vez superado el gendarme nos disfrazamos y toca trepar con dirección a la chimenea que ya se aprecia desde aquí.
El Paco preparando el trayecto y valorando posibilidades...
El Jorge mirando por donde huir...
La Chimenea de la roca empotrada que nos dice "venid para acá monines, que os vais a enterar"
Llegamos al punto de arranque y todo parece muy fácil visto desde la base. Incluso diríamos que la sirga y demás recursos artificiales sobran...
¿A que nadie se imagina quien iba a ir por delante? Pues claro, el abuelo.
Lo que parecía muy fácil no lo es tanto. Para las manos hay bastantes presas pero para los pies no hay ninguna. La mochila tira hacia atrás y queda ligeramente desplomado. ¿un III?. Se supone que este grado, aunque vertical presenta buenas presas ¿donde están las de los pies? ¿también se las han llevado los políticos?.
Al final Jorge presiona, decidimos quitarnos las mochilas y encordarnos para que el señor suba con cuerda por delante.
El abuelo sube como puede ya que Jorge le pone a prueba no facilitando cuerda ágil cuando hace falta. Un par de gritos y deseos pasajeros de largas sesiones de tortura para mi querido compañero, acompañan el corto resto de la trepada hasta una hermosa repisa desde donde izo las mochilas y aseguro al Jorge.
Obsérvese la cara de pánico de mi apreciado compañero. "Jopé, si es que tira para atrás y no se donde poner los pies. Asegura bien, ehh"

"Tensa, suelta". "Tensa, suelta". "Tensa, suelta" y así unas veinte veces hasta que al final la criatura se decide a subir.

Creo que los restos de materias fecales que derramamos sin control durante esta corta pero intensa trepada van a complicar mucho futuras ascensiones.

Una vez que salimos del agujero podemos ver la cumbre norte del Castillo.
El agujero no ha estado nada mal pero... bufff...
Visto por detrás la brecha y la cima sur.
Felices fotos de cumbre
En la siguiente salimos los cinco: Jorge, Paco, el dedo de Cristina y dos abejorros de los muchos que pueblan la cumbre. También se pueden apreciar los michelines de mi "querido" compañero (yo me los tapo).
Las vistas desde la cumbre son espectaculares: Bisaurín
Rallas de Costatiza
Y sobre todo, los primeros tresmiles como el Palas, Balaitus, Gran Facha, Infiernos, los Garmos, además del Midi a la izquierda y Anayet a la derecha..."demasiao"
 
Como dicen que los bandidos siempre vuelven al lugar del crimen, nosotros volvimos hacia la brecha para coronar triunfalmente la Cima Sur y observar con acongojo los verticales cortes que tiene esta zona.
El Llanero Solitario...
Obsérvese a la derecha de mi compañero, en el valle,  la sombra de una nube en forma de interrogación. ¿Será un aviso del cielo para que me piense muy bien si debo seguir confiando en sus aseguramientos?
 
Aquí un alpinista de élite cualquiera.
Y aquí el pelotón de señoras y señoritas con las que compartimos bajada, sin nada que reseñar a excepción de los 7€ que nos cobraron en el chiringuito de Selva de Oza por dos cervezas con limón.
Un abrazo a mi penitente lector.