Paseos de un aprendiz de montañero con sus compañeros

Junio -Julio 2014 - El Laberinto de la Pedriza

Hacía mucho tiempo que estaba interesado en esta zona de "la Pedra", habia hecho alguna tímida incursión desde las Buitreras y me había parecido un micro cosmos solitario, bellísimo y desconcertante.

Sin nadie que me guíe, me ha costado tres paseos por allí para dar con la solución. El problema es que hay que reptar demasiadas veces bajo cientos de toneladas de granito y sin saber a ciencia cierta si se está avanzando correctamente.

Debo reconocer que en algún momento se me ha pasado por la cabeza ir marcando con un spray (jamás lo haría) marcas de "por aquí sí" o de "por aquí no".

Lo cierto es que, como dice el dicho "a la tercera va la vencida" y además con una guinda perfecta pues al salir a la zona del Torro me "marqué" una ascensión al Risco del Mudo con sus pasitos de II, III y quizá algo más, que francamente me reconfortaron y recompensaron de las reptadas sufridas.

El Laberinto es la zona situada a la derecha de la zona de los Pinganillos con El Pájaro como risco más representativo y a por encima del Hueso o Peñalarco, con la Naranja Mecánica presidiendo cumbre en la foto.

Con un cabreo sobresaliente por el nuevo horario de apertura de la barrera que accede a Cantocochino, mucho más propicio al dominguerismo (con todos mis respetos por él, que también lo he practicado) que a cualquier práctica deportiva, en esta ocasión accedo a la zona desde El Tranco hasta el puente del Llano Pelucas, el Tolmo y comienza la fuerte subida por las Buitreras. En la foto la quinta.

Pasadas las Buitreras se gira como se puede a la derecha y en seguida se ve el imponente Cancho Amarillo y la primera cueva de las muchas que hay que traspasar.

Yo creo que para no desanimar al sufrido caminante esta cueva está dispuesta para ser traspasada sin apenas agachar la cabeza

Enseguida se puede disfrutar de la vista del Capuchino que nos va a estar vigilando durante un rato

Pegado al Cancho Amarillo aparece la Falsa Buitrera

A lo largo del camino irán apareciendo pequeños jardines como este

De nuevo se asciende dejando a la izquierda equilibrios tan singulares como el superior...

Y más jardines encantadores.

Por detrás dejamos el Risco de San Vito y el Capuchino

Si nos paramos a recuperar fuerzas es muy posible que se acerque este personaje a hacerte compañía mientras implora que compartas con ella parte (o toda) tu merienda

Eso sí, no dejes a su alcance viandas ni bolsas con ellas porque pueden volar.

O, como hizo con Jorge, darte algún pequeño mordisco en los pantalones para reclamar el peaje a pagar por pasar por sus dominios.

 

Repuestas las fuerzas comienza el laberinto de verdad que se me ha estado resistiendo. En general se trata de ir casi siempre pegado a las paredes verticales de la izquierda...

 

...comenzando otra serie de cuevas donde un servidor se pone el casco y mediante un cordino va tirando de la mochila.

 
 

Aquí el GPS se hace un aparato inservible protestando continuamente por la falta de visibilidad a los satélites o errando por el rebote en las paredes de sus señales.

 

Poco a poco se va tomando altura y ya puede verse relativamente lejos el Risco de San Vito.

 

Nuevos jardincillos de roble se van sucediendo...

 

...dando la errónea sensación de que ya acaba el laberinto y se llega a alguna autovía...

 

...Pero no, hay que seguir reptando...

 

...y haciendo algún paso relativamente complicado

 

Si no estoy equivocado la Naranja Mecánica aparece al frente

 

Por la derecha el Collado de la Dehesilla

 

Finalmente se acaba el callejón que yo bautizaría "de los arrastrados" y aparece por delante El Cancho de las Biólogas, Cancho Paquete y la famosa Pared de Santillana o Cancho de la Herrada. A la derecha el Torro.

 

Poco después de llegar a zona más civilizada sigo rodeando hacia la izquierda e imagino una ruta accesible para este caminante hacia el Risco del Mudo. Poco a poco y con bastante respeto unido a la tranquilidad que aporta llevar 30 m. de cordino en la espalda, consigo su cumbre, aunque como siempre por la puerta de atrás, pero cumbre al fin.

Sí foto, si cima, con los Porrones y la "Mali" a mis espaldas.

 

Giro de 180º y a mis espaldas el Torro.

 

Una bonita lagunilla se ha formado al pié de la Naranja Mecánica con las tormentas de los pasados días

 
 

El Mogote de los Suicidas, del que no tengo noticias que nadie haya usado para tan trágico fin.

 
 

De nuevo toda la zona superior de la Pradera de Navajuelos.

 
 

Un poco por detrás, Dos Torres, que se reconocen peor de cerca que de lejos.

 

La Bola de Navajuelos, que yo llamaría el Glande de Navajuelos.

 

Y tras otra dura bajada paralela a la subida aparece el precioso Tolmo. De aquí hasta la cerveza no creo necesario seguir aburriendo a mi hipotético lector.

Un abrazo y hasta otra.