El día previo, mientras preparaba la mochila,
daba vueltas mentales a mis rutas sin saber adonde ir. Finalmente se me ocurre
volver a mi querida "Pedra" para investigar si existe alguna trepada
accesible a las Torres de la Pedriza que no sea la clásica de la última
Torre.
Poco antes del cruce de Cuatro Caminos entablo conversación con un montañero
que me pide información. Hacemos el camino hasta el Collado de Prao Poyos
charlando animadamente y cuando le explico mis intenciones de trepar un poco
buscando accesos a las Torres de la Pedriza se une a este aspirante a
montañero.
El experimento resulta grandioso y logramos cumbre en todas las
Torres aunque con sus más y sus menos. Resulta que José Alberto me da mil
vueltas trepando (normal). |