Paseos de un
aprendiz de montañero |
Diciembre 2013
- La Raja del Camello y otros dromedarios |
Enamorado de la ruta por la raja del
Camello y Jardín del Predicador consigo engañar a Elena y Eugenio
para darnos el gustazo de este precioso paseo. |
La subida al Camello se me hace un
poco pesada pero la cercanía del risco nos va alegrando |
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Lleva varios días haciendo frío por lo
que hay
numerosas placas de hielo, y algunas bastante grandes |
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Llegamos a la raja. Parece mentira que
se pueda pasar por ahí... |
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...pero si el "cebaito" pasa, lo hace
casi cualquiera |
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Elena en plena faena. |
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Eugenio saliendo de la selva |
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el "otro lado" me parece un mundo
distinto. Aquí olvidamos los cientos de personas que había en
Cantocochino y las legiones que caminaban por la "autopista". Todo
es paz, silencio y belleza. |
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Nos acercamos a ver "El Techo" |
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Después localizamos el Callejón de la
Cueva y no hay más remedio que meterse en la cuevecilla |
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Seguimos disfrutando hasta el
collado... |
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...donde decidimos proteger un poco la
bajada al Jardín del Predicador |
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¿Veis ese risco inaccesible?
Pues vamos a comer en su cumbre |
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El nuevo caos de roca es espectacular
con La Maza como protagonista. |
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El Jardín por debajo |
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Muy contentos por la ruta |
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Damos buena cuenta de filetitos
empanados light, chorizitos bajos en calorias y, como no, Eugenio me
deleita con el queso de cabra ese que me gusta tanto... Todo ello
regado con "Iso-Rioja" |
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Tras dejar atrás la Bola de San
Antonio, el Hombre Sentado y el Corral Ciego, pasamos junto a la Maza |
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Para finalmente acercarnos al Yelmo |
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Tras una subida un
poco humillante para este montañero del "todo a cien", hicimos la
primera nacional al Yelmo. Las seiscientas personas que tuvimos que
dejar bajar antes de subir nosotros, seguro que no encontraron la
cima y que fuimos los primeros aguerridos escaladores que hollan esa
desconocida y solitaria cumbre. |
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Además sin oxígeno, como la Pasaban |
Decidimos hacer la vuelta por el
camino que estimamos más cómodo, pasando por el Collado de la
Dehesilla |
Extasiados por las Cuatro Damas y La
Cara |
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De frente aparece el Cancho de la
Herrada o Pared de Santillana |
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Y por fin La Dehesilla |
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Llegamos a Cantocochino habiendo ya
oscurecido,
donde fuimos salvajemente obligados a tomarnos unas cervecitas con
una morcilla y, a
pesar de resistirnos ferozmente, caímos bajo el embrujo del amarillo
elemento dador de alegría, vida y barriga. |
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Eso e, eso es, eso es todo
amigos... |
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