Paseos de un aprendiz de montañero

Febrero 2015 - Maliciosa - Tubo este

La Maliciosa siempre es un lugar mágico. Mágico por su belleza, por su verticalidad, sus bellos corredores y mágico por otra circunstancia que hemos descubierto Jorge y yo.

Pensaréis que estamos locos (y es cierto) pero estamos seguros de que esa maravillosa montaña está llena de extraterrestres atentos al paso de los montañeros. De qué forma se puede explicar si no fuera así, que sales del aparcamiento de la Barranca o de Matalpino y ves bastante cerca la montaña y a medida que caminas, sigue y sigue alejándose hasta que casi siempre acabas alcanzándola, no sin bastante esfuerzo.

Lo mismo ocurre al regreso, se ve el hotel muy cerca y desciendes y desciendes mientras los extraterrestres lo alejan hasta que al final casi siempre les ganas.

Tras un fortísimo madrugón comenzamos a caminar ceca de las nueve y media, con la esperanza de que esta vez no nos alejen la montaña.
 
Pasamos el primer neverillo esperando que mi compañero se hunda hasta los riñones, pero no hay suerte.
Finalmente llegamos a la deseada nieve que está en bastante buenas condiciones.
 
Abajo, Jorge intentando conseguir el Pulitzer
 
Nos acercamos al collado y comienza la travesía en descenso hasta la base del Tubo de Todos.
Por delante nos encontramos bastantes montañeros utilizando el famoso método de progresión conocido como "o nos caemos todos o no se cae nadie" o avance encordado sin seguros intermedios.

Al poco llegamos al collado de separación entre el Tubo de Todos y el Este donde se llegan a contabilizar 13 personas por delante. 13 personas armadas con cuchillas en los pies que van a tener por debajo nuestras bonitas y queridas cabezas...

Nos quedamos un buen rato pensando qué hacer. En el Tubo de Todos caen purgas con trozos del tamaño de un balón de futbol y en algún momento que aclara la niebla se puede ver placas de viento en la parte superior esperando a jugar a los bolos con el personal. No nos gusta pero no sabemos que hacer.

Finalmente y tras unos 30 cigarritos de Jorge, decidimos ir al "de Todos", pero en el último instante, tras ver que se ha aclarado un poco la presión antropogénica en nuestro deseado tubo, efectúo un cambio de dirección y comenzamos la subida por el Tubo del Este.

Como siempre, el más viejo, lento y torpe va por delante para que el joven, rápido y listo suba cómodamente protegido, interponiendo al menos 2 seguros entre uno y otro.

 

Alcanzamos a una cordada que va protegiendo por la roca
 

Cuando me quedo sin cacharritos para ir sembrando, Jorge tiene un arranque de vergüenza y sigue él de primero. Hemos adoptado una progresión en ensamble bastante rápida y segura. Las anclas quedan bien enterradas y de vez en cuando algún cacharrejo de roca queda instalado

Finalmente mi compañero llega arriba y aparece un servidor
 Alcanzamos "cima" y vemos como acaba de subir la cordada compañera
Tras un fugaz paso por la cumbre donde hace una "rasca" del 13, con vientos un poco cercanos a los trescientos kilómetros por hora (o más), nos encaminamos a la canal Central o del Peñotillo pensando en la cervecita de recompensa
Hasta otra...