Paseos de un
aprendiz de montañero |
Noviembre 2005
La Granja Peñalara frustrado |
19 de Noviembre, el otoño
sigue, se acerca el invierno y caen las primeras nieves. Harto
todavía de la nieve del año pasado -que no fue poca- me
prometo a mi mismo pisarla lo menos posible ante el recuerdo
del esfuerzo de avanzar lentamente hundiéndome hasta los ... ,
los resbalones de mis viejas botas y otros problemas del frío
elemento. Pues bien, tras las primeras nevadas de verdad
caídas, me propongo encaminar mis pasos hacia cotas bajas. Sin
embargo al preparar la mochila meto inadvertidamente los guetres y los crampones y sin darme cuenta aparezco, como por arte de
magia, la mañana del sábado en La Granja de San Ildefonso |
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Dejo el coche en la
urbanización junto a palacio y al mirar hacia las cumbres descubro que no
se ve nada debido a las nubes, pero como soy un poco terco tiro "parriba". |
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El camino (PR-15) va tomando
altura con la fabulosa vista de La Granja a mis espalda |
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Serpenteando
dulcemente por el bosque, puedo ver que la naturaleza se abre camino a
pesar de los leñadores. |
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Rodeando el Cerro del
Moño de la Tía Andrea (no va de coña) se llega al Vado de Oquendo. |
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A continuación la
pesada cuesta, ya con nieve para dificultar el tema. |
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Solo se ve nieve, mucha
nieve y niebla, mucha niebla |
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Cerca del
Puerto de Los Neveros la ventisca arrecia y con la nieve a la altura de
los muslos recuerdo aquello de que una retirada a tiempo es una victoria,
por lo que regreso victorioso al punto de partida pensando que mañana
será otro día y el próximo sábado será otro sábado. Además ya se
sabe que "al pan, pan y a las torrijas leche o vino"; en fin, a
buen entendedor...
Espero que el escueto relato haya
sido compensado por las bellas imágenes de niebla y nieve. |
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