Ante todo tengo que advertir a mi
hipotético lector que casi siempre escribo estos torpes reports
en clave de humor y metiéndome con todo el mundo (excepto con Su
Majestad). Esta vez no iba a ser menos a pesar de haber ido con
un auténtico profesional de la montaña, del cual solo puedo
mostrar mi agradecimiento por su buen hacer y algo de
resentimiento por el dineral, bien merecido, que le pagué...:)
Bueno, pues como alguno sabe ando
con un proyecto en mente para el que voy poco a poco haciendo
pequeñas etapas de preparación. Una de las más importantes era
que alguien que no me odiara pudiera examinarme de la asignatura
de alpinismo y ese "alguien" ha sido
Josito guía de montaña.
El lugar elegido ha sido la travesía del Cerro de los Huertos y
esto es más o menos lo que pasó...
Llegamos a la Plataforma de
Gredos ya anochecido y a las siete de la tarde salimos
iluminados por las frontales con destino al refugio Elola.
Perdón, al refugio Laguna Grande. Bastante hielo por el camino y
mi guía en vez de cuidar del anciano decrépito que soy, me decía
venga, venga.
Con una charla muy amena llegamos en un pis-pas a la laguna que
tendríamos que atravesar más o menos como hizo Jesucristo en el
Mar de Galilea pero sobre una, esperemos, gran capa helada.
En este momento me acuerdo de un cobarde amigo que salió huyendo
hace años en este mismo lugar. Menos mal que ahora voy con un
profesional. ¿Josito, sabes nadar?... bufff.
A mitad de travesía oimos (los dos) un ruido sordo y grave a
nuestra derecha y nos quedamos un poco así así. Poco después
oigo otro crujido bajo mis piés (crampones) y como hiciera aquel
supuesto amigo aprieto el paso. |
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Poco después llegamos al refugio
donde nos esperan para cenar. Volver a este lugar es como volver
a casa, solo que sabiendo que no voy a dormir. Tras una opípara
cena y mejor charla nos vamos Josito y un servidor al dormitorio
a pasar la noche (que no a dormir).
Por la mañana, desayuno "elolero". Perdón, "lagunagrandero", nos
ponemos los achiperres y salimos decididamente a la conquista de
blancas e inexploradas cumbres. |
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El sol va iluminando el cuchillar
al que nos dirigimos. |
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Poco a poco vamos bordeando el
cuchillar y nos situamos bajo una canal de acceso al Cerro de
los Huertos. |
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Josito va preparando las cosas y,
como si lo hubiera hecho toda la vida, comienza la ascensión del
corto corredor. |
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A nuestra derecha vemos, al fondo,
el Cabeza Nevada y por debajo, totalmente a la derecha de la
imagen, el Risco Negro. |
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El jefe sube, me asegura y
emprendo una disfrutona subida: Hay que decir que en todo
momento la nieve se ha encontrado en perfectísimas condiciones. |
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Llego a una especie de antecumbre
y trepamos a la cumbre del Cerro de los Huertos. |
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Selfie de cumbre con mi piolet
asomando tipo "Psicosis" |
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Ahora destrepamos y comienza
realmente la travesía con los subi-bajas. Se puede apreciar que
el Circo está escasito de nieve pero justa para disfrutar de
ella. |
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Agotado mi guía por mi potencia y
velocidad, decide hacer un alto para reponer fuerzas. Yo le
observo compasivamente. A partir de este mometo procuraré ir más
despacio. |
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De esta guisa seguimos camino. Al
fondo la señora de Gredos: Galana, con bastante nieve. |
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Abajo, mi guía practicando unos
nudos que le enseñé... |
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En este punto comenzamos la
actividad que menos me gustó de la jornada: los descuelgues. Eso
de que le bajen a uno... no es lo mismo que bajar uno solo, pero
en fin, si ha de ser que sea. |
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Por delante Rico Moreno, que
bordearíamos, y Ameal de Pablo al fondo. |
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Ahora llegamos a los rápeles,
donde Josito me deja todo perfectamente preparado y baja delante
por si ha de salir corriendo. |
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Este alpinista de élite (yo)
desciende con la gracia y soltura que le caracteriza de forma
que, impresionado, Josito me fotografía para la posteridad. |
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Bajo el rápel llegamos junto al
collado de Punta Esperanza donde recuerdo los momentos de gloria
pasados con el ahora guía Jorge III (Jorge
Valle guia). |
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Menuda silueta tiene el Moreno... |
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Bordeamos el Risco Moreno hasta el
Collado de Ameal donde invito a mi guía a subirlo pero (aunque
no lo manifiesta, creo que está agotado) declina la invitación. |
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A todo esto, obsérvese la cara de
desagrado de quien esto escribe, junto con el cuchillo asesino
(no podía deslizar el piolet entre espalda y mochila). |
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El famoso alpinista observando
Punta Esperanza y por detrás el Cerro de los Huertos. |
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Después bordeamos Ameal buscando
la Canal de los Geógrafos donde emprendimos regreso al refugio
motivados por el olorcillo de la cocina.
Un buen plato de macarrones, unos viriles abrazos de despedida y
emprendemos regreso a través de la helada laguna hacia el coche. |
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Josito, muchas gracias por tu
dedicación, buen rollo y por haber aguantado a este pelma.
Cuando me reponga del sablazo contaré de nuevo contigo. |
Al hipotético lector otro abrazo. |
Track de la actividad |
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