Por
fin llegaron las nieves a finales de Diciembre del rácano 2007. Este
caminante, como siempre tan optimista, piensa en si tendrá más
oportunidades de disfrutar de una buena invernal en su tan amado Gredos,
de forma que engañando a los achaques y dejándolos en casa se levanta a
las 5 de la mañana y sale raudo (y dormido) hacia otra aventurilla. Sin
una ruta fija aunque pensando en hacer el Cuchillar de Ballesteros deja
los nueve grados bajo cero que, gracias a la inversión térmica, quedan
en Hoyos del Espino y armado de crampones, piolet y muletas comienza
a caminar por el camino de la Laguna Grande...
Mapa con
track
Perfil de altura
El
consabido camino de la Laguna era una perfecta pista de patinaje debido a
las bajas temperaturas nocturnas y el gran pisoteo diurno pues muchos son
los que empiezan este bonito paseo pero pocos los que lo acaban. Al
segundo resbalón decido ponerme los crampones que no me quitaría hasta
volver diez horas después al coche.
Al
poco amaneció y se dejó ver una hermosa vista sobre la cuerda de la
Mira.
No
lo puedo evitar... cada vez que subo a Los Barrerones y aparecen ante mi
vista los gigantes del circo me emociono y "afoto" el paisaje
Después
de pasar sin pausa frente al refugio decido "tirar" por donde
esté la nieve más pisada haciendo caso al dicho de "¿Donde vas
Vicente?: donde va la gente", de forma que mis crampones se encaminan
hacia la Portilla Bermeja.
Al poco "me dejo" adelantar por una
pareja de chavales para que aumente su moral.
El
Cuchillar de Cerraillos proveniente del Morezón y los Hermanitos aparecen
imponentes a mi espalda.
Continuo
dejando que los jóvenes pongan nieve de por medio para que no se sientan
perseguidos.
El
Circo queda atrás con la laguna helada y cubierta de nieve sin destacar
sobre el resto del paisaje. En este punto la senda marcada en la nieve se
bifurca con el resultado de unas pocas pisadas hacia la Portilla Bermeja y
el resto, claramente superior, hacia la del Crampón.
En
la pronunciada cuesta de la Portilla del Crampón me vi obligado a
adelantar a la parejita que tuvo que rendirse a la potencia y flexibilidad
de mis musculosas y curtidas piernas.
Al
frente aparece el risco de la Portilla del Crampón y la mole del
Almanzor.
Un
último esfuerzo y muy de vez en cuando paradillas para recuperar el
aliento que sirven para gozar de vistas fabulosas.
Por
fin llego a la Portilla y se dejan ver las vistas del Cuerno del Almanzor
coronando las Canales Oscuras.
Más
al sur tampoco desmerece el paisaje y mientras me pienso si continuo a la
cumbre o retrocedo, la parejita me alcanza e invita a seguir con ellos.
Seguir,
sigo un poco tras ellos hasta la antecumbre pero al aparecer las rocas por
las que hay que trepar para lograr tan bella cumbre, algo muy parecido al
miedo me obliga a dar la vuelta prudentemente.
Sin
cargo de conciencia por la cobarde decisión y viendo el cuestón de bajada
que me queda la emprendo relamiéndome de pensar en descansar un poco
más adelante
A
mitad de la cuesta encuentro unas piedrecillas sin nieve que me permiten
disfrutar de un pollo con tomate de "no te menees" y un
biberoncito de Ribera del Duero.
Después
del "frugal" almuerzo continuo la bajada hasta la laguna que
atravieso sobre su helada superficie. La última cuesta para llegar a Los
Barrerones me la tomo como una auténtica penitencia por los excesos
cometidos en las pasadas fiestas. Después la bajada a la Plataforma y a
casita.