Marzo 2019 -
Tubos de Hermana Mayor (Diedro) y de los Creyentes (dedicado al ateo
doctor)
En términos de precipitaciones
este Invierno de 2018-2019 ha sido tremendamente rácano. Todo el
mundo está un poco asustado por las elevadísimas temperaturas y
la escasez de agua y nieve. Sin embargo algo ha pasado con la
poca nieve caída que ha transformado desde el primer momento
como no recuerdo en nuestro Sistema Central y, claro, los pobres
alpinistas o aprendices de ídem, hemos aprovechado de lo lindo
de tenerla tan sumamente dura y en óptimo estado.
El problema del Sistema Central y sobre todo del Guadarrama es
que se queda un poco cortito y, después de subir por enésima vez
la Sureste de Peñalara, hay que buscarse la vida con otras cosas
un poco más atrevidas aprovechando la bondad y seguridad que
ofrecen las nieves bien endurecidas.
De esta forma mi vasco compañero y un servidor se han metido por
lugares que pocos años atrás ni soñábamos.
En esta ocasión nos hemos dirigido
a los tubos de la Hermana Mayor para repetir el Tubo derecho o
número 16 de la guía del todo a 45º, catalogado por el autor
como de 70º.
Este corredor lo habíamos subido
hace unas semanas aunque en vez de tubo era una pala de nieve,
con cierta inclinación, pero sin mayor dificultad. Al haberse
derretido parte de su manto níveo (snif) ha aparecido una
chimenea bastante helada y con mucho ambiente.
Tras ponernos los cacharros como si fuéramos al Chichapringa
decidimos que delante tenía que ir el más fuerte, técnico y
valiente de los dos. Fui yo, claro.
El tema comienza bastante bien
hasta llegar a la chimenea sombría donde comienzan los cubitos
de hielo pero naturalmente con mi maestría infinita lo superé
sin pasar un miedo excesivo.
Otra cosa fue el sufrimiento de mi atormentado compañero...
Por fin el pobre hombre pudo salir
y respirar.
De nuevo aparece la atormentada
criatura.
Así nos vamos acercando al tubo en
sí, disfrutando un montón.
La cornisa tiene unos cuantos
metros...
Finalmente lo encontramos y de
nuevo a disfrutar.
Como nos ha sabido a poco y somos
unos alpinistas extremadamente fuertes y valerosos bajamos
rodeando la Hermana. Vamos buscando posibilidades y otro tubo
que vi hace un par de semanas y que tenía muy buena pinta.
Al final lo localizamos. Jorge cree conocerlo por el nombre de
Corredor del Diedro (nº 14 de la guía, 70º) y de nuevo el más
decidido (quizá demasiado) sale para arriba, esta vez
debidamente encordados pero sin demasiada organización al no
recoger todos los cacharrejos del equipo.
Efectivamente es un diedro sombrío con varios pasos de mixto,
hielo y nieve muy dura, equipado con un par de clavos que vienen
al pelo.
A mitad de camino hago algo inusual en mi: pensar, y deduzco que
me he metido donde no me llamaba nadie pero una vez en el
cotarro mejor salir por arriba que pringarme con lo que voy
dejando por detrás.
La pena es que no hay una sola imagen. Sufrido lector, te lo has
de creer...
En la parte superior monto una reunión a prueba de pesados y
aseguro a mi fiel compañero como él se merece.
Tras comer unas barritas nos
separamos con evidentes lágrimas en los ojos, pues Jorge tenía
que trabajar (o lo que sea que hace para que le paguen). Subo al
cordal sin saber muy bien donde dirigirme.
Como ya se ha convertido en
costumbre bajo por uno de los Tubos Sin Nombre en búsqueda de
una última emoción
Finalmente encuentro esta monada
en la que ya el principio alcanza los 45º por lo que decido ir a
investigar y si lo veo crudo me bajo
Poco a poco me voy metiendo y
llego a un estrechamiento entre pared/rimaya/roca/hielo donde
echo muy de menos una cuerda, a ser posible por delante. Ya
metido no veo más remedio que seguir y no se por qué pero rezo
pidiendo una salida indemne de la historia.
Consigo salir de la zona tenebrosa y me encuentro con una pala
cercana a los 65º y en condiciones nivales poco favorables. Sigo
rezando y finalmente salgo.
¡Bufff! En un instante me he convertido en un fervoroso
creyente...
Un abrazo a ese hipotético lector.