Después del frío pasado en las anteriores
salidas, aprovechando la ola de frío pronosticada, me acerco al Puerto de
Cotos con -11º a las ocho de la mañana en el que sería un grandioso día
con una sensación térmica primaveral. Paradojas que tiene el tema...
Bajo un sol de justicia me acerco al Circo de
las Cerradillas.
Mis ojos no dan abasto y mi cabeza no para de
elucubrar y proyectar subidas disfrutonas y accesibles
Peñalara se mostraba radiante
Mientras subo voy intentando calcular la
inclinación de mi proyecto
y disfruto a tope de esta corta subidilla
Las
huellas del patizambo no dejan lugar a dudas.
Desde aquí recuerdo con agradecimiento a mis proveedores oficiales de
piolets.
Desde lo alto de la loma se divisa Valdesquí a
tope de coches y personal deseoso de deslizarse.
Mientras desciendo en busca de otro destino
miro atrás y observo la tiesa marca dejada por el patizambo.
Las Cabezas se muestran impresionantes pero
sus tubos son para chicos mayores...
... de forma que enfilo hacia otro corredor
más a la altura de mis posibilidades
¡Tremendo!.
La pena es no haberlo compartido con Juanito
y/o Eugenio
Ahora me encamino a la Cabezota Menor.
En su cumbre saboreé una tartera helada de
pasta. Después, de vuelta para casa pensando en la cena y la compañía (y
el paseo del próximo sábado).